jueves, 13 de diciembre de 2007

Nigromante

¿Creéis saber algo de la vida y la muerte? He cruzado ese umbral tantas veces que no recuerdo cuando mi corazón latió por última vez. Soy el heraldo de la muerte, un rey entre cadáveres, un artista, un loco, un sabio…

Los mortales soléis aferrar vuestras débiles almas a una existencia futura, en lo que llamáis un paraíso. Vuestros sueños e ilusiones están grabados a fuego en cada letra de mi epitafio, esos cuerpos me sirven ahora eternamente, vuestra piel confecciona mis pergaminos, vuestros huesos, mi trono. Soy la inmortalidad, soy la ley, soy el caos.

Mi poder crece más allá de lo que cualquiera podáis llegar a comprender. Mi mente trabaja lejos de toda moralidad humana, libre de la prisión de promesas futuras a ninguna parte.

Temedme en vida, adoradme y servidme en la muerte, soy el devorador, el penitente, el eterno emperador.

Pues en la muerte no hallareis reposo, sino la eterna condena...

lunes, 10 de diciembre de 2007

Corrupto

Arde, arde en el fuego eterno, traidor...
Tu luz no me trajo más que desdicha, llevo sirviéndote de manera firme y ciega durante demasiado tiempo. Mate por ti, conquiste territorios en tu nombre y te defendí allí donde me llevaban mis pies. Fui tu mejor soldado y heraldo, creía tus principios y los consideraba la única verdad. No es así traidor. No has hecho nada por mi, he estado arrodillándome solamente para tu gozo y disfrute. Tu tiranía se ha terminado, Seré tu adversario, marchitare las semillas de tu locura antes de que crezcan y den frutos. Machacare y quemare todo lo que tienes, y con el tiempo todo el mundo conocerá tus mentiras. Te ofrezco a tus fieles para que los cuides en tu paraíso. Obsérvalos, decenas de miles llaman ahora a tus puertas. Contempla mi regalo, un ocaso de muerte y sangre. Tu ciudad reducida a ruinas, mira como tus siervos cuelgan ahora de tu templo, tiñendo tu torre de rojo. ¿No es espectacular? Torrentes de sangre correrán por la tierra, ríos de fuego consumirán tu suelo sagrado. Soy el heredero de esta tierra, y pronto, maestro… caeras de tu trono y te convertiras en el siervo.


No podras corromperme otra vez...