Recuerdo...

Hay momentos que cambian para bien o para mal la vida de las personas. A lo largo de esta vida he experimentado una inmensidad de esos momentos, buenos, malos y simplemente regulares. En el dia de hoy me encuentro pensativo mirando a las estrellas, que al fin y al cabo saben todo sobre mi, siempre están ahí arriba… He recordado todos los momentos de alegría y de tristeza con la melancolía que se mira a un tiempo pasado. He recordado mis caídas, he recordado mis victorias y he recordado simplemente, acontecimientos y fechas. Quiero que sepas que tú fuiste uno de esos momentos de alegría que recuerdo con mucho cariño. Recuerdo aquel primer día que hable contigo y el primer dia en que te vi. Me temblaban las piernas mientras esperaba el autobús donde ibas a venir hasta que sin previo aviso apareciste saludando. No sabía que hacer, me sentí pequeño otra vez, estaba tan nervioso…

Recuerdo tu tacto cuando en aquella teteria te acaricie el brazo con la yema del dedo haciendo circulitos, jugando como un niño, contento porque estabas ahí y no te veía tras una pantalla de cristal. Recuerdo como nos divertí cuando te vi coger el sushi con los palillos, y notar que no se te daba muy bien. ¿Te acuerdas? Ahí te di la mano por primera vez. Luego fuimos a pasear a la plaza de oriente y me acariciaste el pelo en medio de la lluvia que caía de noche. Fue un momento precioso, como si fuera una película de amor, o la escena de algún libro de fantasía.
Recuerdo cuando llego nuestro primer beso, entre tanta charla que no llegaba a ninguna parte, con la luz del sol filtrando sus rayos entre los arboles, fue un momento imposible de olvidar, siempre quedara a fuego grabado en mi mente. Despues compartimos un paseo comiendo helado, mientras en mi corazón crecia un sentimiento cada vez mas. Te miraba a los ojos y me devolvías la mirada, con esos ojitos rebosantes de ternura.

Recuerdo cuando volvi a la estación, rememorando todo mi nerviosismo y aquella flaqueza de piernas, apareciste tu, con tu maleta, estabas radiante y yo a punto de llorar. Debo pedirte perdón por no haber aguantado las lagrimas lo necesario, pero era algo tan difícil como intentar parar con las manos una riada. Recuerdo nuestra despedida, entre lagrimas, besos y una canción. Fue un fin de semana que marco mi vida para siempre. Hoy dia sigo recordando ese momento con especial ternura, guardado dentro de mi como si fuera un codiciado tesoro.

Con mucho amor, tu elfo.

Te quiero.